lunes, 21 de marzo de 2011

Un día como hoy, 21 de marzo en el año...1994 Bruce Springsteen gana el Oscar por "Streets of Philadelphia"


“Estaba machacado y abatido, no podía decir lo que sentía, no me reconocía ni yo mismo, ví mi reflejo en una ventana y no podía ni reconocer mi cara…”.

Pocas veces una melodía se ha adaptado como un guante a la temática de una película. Posiblemente esa fuera la principal razón para que la Academia concediese el 21 de marzo de 1994 el Oscar a la mejor canción original a “Streets of Philadelphia” de Bruce Springsteen. Cuando Jonathan Demme rodó “Philadelphia” el SIDA era aún ese gran y terrible desconocido que arrastró a la intransigencia más cruel a la mayoría de la sociedad americana.

Era 1993 y un joven Tom Hanks, en la plenitud de su carrera, interpretó magistralmente a Andrew Beckett, abogado de un prestigioso bufete despedido por tener SIDA. El reto le valió el Oscar al mejor actor masculino.

“Philadelphia” supuso, una vez más, un lavado de manos de la hipócrita sociedad estadounidense, que había intentado acallar el homosexualismo de Rock Hudson casi diez años antes y que unos meses más tarde permaneció impasible ante la agonía del líder de Queen Freddie Mercury. Las siglas AIDS seguían vetadas pero a “Philadelphia” se le concedían dos Oscars.

Desde Peter Gabriel a Sade, pasando por Spin Doctors, la banda sonora reunió temas de ritmos opuestos que contribuyeron a marcar los dos mensajes que Demme lanzaba: dramatismo por una realidad devastadora y optimismo ante un posible cambio de mentalidad que llevase a la aceptación de los seropositivos. Mientras el canto desgarrado de María Callas encogía el corazón de los espectadores, canciones como “Have You Ever Seen The Rain?” de Spin Doctors permitían un respiro. Neil Young y su tema “Philadelphia” ponían la nota más triste en un final no por esperado menos amargo.

En el videoclip de “Streets of Philadelphia”, Bruce Springteen camina pensativo por las calles de la ciudad. La imagen quedó grabada en el público y su trabajo de nuevo recompensado en la entrega de los Grammy con cuatro galardones: canción del año, mejor canción de rock, canción original para banda sonora y mejor actuación masculina de rock. La canción se lanzó como single y el Boss decidió incluirla en el “Greatest Hits” que editó en 1995.