viernes, 4 de diciembre de 2009

Manson ya no asusta

Marilyn Manson vuelve a las pesadillas del público, pero esta vez no por su capacidad de provocar, sino por la falta de la misma.

Su cita en el Palacio de los Deportes de Madrid suponía su opción de redención tras la desastrosa actuación de su anterior concierto en el festival Kobetasonic de Bilbao. Y una cosa sí dejaron claro: ya no son lo que eran.

5.000 sufridores fans (de los casi 18.000 que caben en el recinto) aguantaron el rock desganado de un grupo cuyos únicos momentos destacables fueron las versiones de 'Sweet dreams' de Eurythmics y 'Rock 'n' Roll Nigger' de Patti Smith.

El ya consabido 'fuck' cada tres palabras pronunciadas, una chaqueta con la palabra Hell y escupir el agua que un resignado asistente le proporcionaba fueron todas sus armas de provocación en un concierto que pareció aburrir hasta al propio cantante.

Si no quiere que su edulcorado satanismo haga que su apellido pase de Manson a Monroe, debería aplicarse el cuento. Renovarse o morir, amigo Manson.